Cirugía Vascular

Para la eliminación de lesiones mayores tales como la vena safena, suele ser necesario operar las varices. En este caso la cirugía de varices con láser, también conocida como endoláser (ELAV), es una opción mínimamente invasiva. En este tipo de procedimiento, una fibra óptica conectada a un láser de diodo, es introducida en el interior de la vena que se quiere esclerosar. La energía asociada al láser induce un proceso fototérmico irreversible, que provoca el cierre de la vena tratada.
El último avance en esta técnica, disponible en el Instituto de Fotomedicina, es el sistema de disparo radial (como los radios de una rueda de bicicleta) en sustitución del tradicional sistema de disparo axial (frontal). Al ser la vena como un tubo, el disparo radial impacta la pared vascular de forma directa, mientras el frontal lo hace de forma indirecta actuando sobre la sangre, que al coagularse causa daño térmico a la pared venosa.
La operación es breve, mínimamente invasiva, se realiza con anestesia local y es asistida en todo momento mediante control de ultrasonidos (eco-doppler). Su tasa de éxito es cercana al 100% según diversos estudios clínicos.
El tratamiento de las varices mediante cirugía láser endoluminal o endoláser es un procedimiento seguro y sencillo, con el que se obtienen excelentes resultados, cercanos al 100% de eficacia, por lo quesuele ser utilizada en pacientes para los que la cirugía tradicional no ha dado resultados.
El postoperatorio de una cirugía de varices endoluminal es muy ventajoso en comparación a otras técnicas que requieren una cirugía abierta durante la que se extrae la vena safena. En primer lugar, no requiere hospitalización, aunque podrá ser necesario llevar bandas de compresión durante 2 días, especialmente durante las horas de actividad. En segundo lugar, se minimizan las contusiones y la hinchazón posterior (70% de los pacientes afirman sentir únicamente molestias suaves).