Cavitación
¿Cómo funciona el tratamiento de la cavitación?
La técnica de la cavitación se basa en la generación de ondas de ultrasonido de baja frecuencia, que son transmitidas al cuerpo a través de un dispositivo de mano aplicado a la piel. Estas ondas son capaces de penetrar en las capas subcutáneas del tejido adiposo (graso).
Las ondas de ultrasonido generan cambios de presión en el líquido intersticial del tejido adiposo, lo que produce la formación de microburbujas de gas. Estas microburbujas aumentan de tamaño y colapsan, un fenómeno conocido como cavitación.
Cuando las microburbujas colapsan, liberan energía que puede romper la membrana de las células adiposas. Esta ruptura libera el contenido graso de las células (triglicéridos), que se dispersan en el líquido intersticial.
A partir de aquí, el sistema linfático del cuerpo juega un papel crucial. Los triglicéridos liberados son transportados por el sistema linfático y finalmente procesados por el hígado, de la misma manera que la grasa de la comida que ingerimos.
Es importante señalar que la cavitación estética debe ir acompañada de una dieta equilibrada, consumo de agua adecuado y actividad física regular para asegurar que la grasa liberada sea correctamente eliminada del cuerpo. Por ello, en el Instituto de Fotomedicina recomendamos siempre el uso de la cavitación junto a la magneto estimulación Em Slim, ya que mediante esas contracciones musculares quemamos la grasa que acabamos de liberar.
Resultados tratamiento Cavitación
En general, la cavitación estética puede ser una opción eficaz y segura para aquellos que buscan movilizar la grasa localizada y mejorar la apariencia de la celulitis. Sin embargo, como cualquier procedimiento, tiene sus limitaciones y riesgos potenciales, por lo que siempre es aconsejable hablar con un profesional médico antes de decidir someterse a este tipo de tratamiento.