El Envejecimiento se puede medir
Los avances tecnológicos en bioingeniería han permitido el desarrollo de métodos no invasivos y muy precisos con los que es posible efectuar el análisis objetivo y cuantificable de la piel. Esta tecnología nos permite, por una parte, estudiar el relieve de la piel en tres dimensiones, midiendo el ancho y profundidad de surcos, arrugas y su grado de evolución. Por otra parte, trazar un mapa de nuestra pigmentación, distinguiendo entre la roja de origen vascular, la oscura causada por la melanina y el daño solar. También gracias al fotodiagnóstico podemos localizar manchas o lesiones precancerosas cuando todavía no son visibles. En definitiva, nos permite establecer un diagnóstico más preciso, diseñar el tratamiento adecuado a cada paciente y valorar objetivamente el resultado.
El departamento de bioingeniería cutánea del Instituto de Fotomedicina cuenta con la tecnología que permite medir la piel en sus diferentes expresiones y dimensiones así como con un equipo profesional altamente calificado.
Este departamento participa en estudios y ensayos clínicos de la industria de aparatología láser y de estética al igual que en sector dermocosmético, tanto en el desarrollo de principios activos o de cosméticos.