Masajes
Probablemente, los masajes sean la herramienta terapéutica más antigua que el ser humano utilizó como recurso natural contra el dolor, la fatiga y la tristeza.
Debido a la sensibilidad de la piel el masaje puede mejorar la función de glándulas, órganos y nervios mientras relaja los músculos y proporciona un sentimiento emocional positivo.
- La piel: estimula la producción y liberación local de un neurotransmisor llamado Sustancia P, que produce vasodilatación local y aumenta la elasticidad de la piel.
- El sistema circulatorio: aumenta la circulación, lo que facilita el retorno sanguíneo al corazón, ayuda a la oxigenación y alimentación de los tejidos, optimizando el metabolismo celular y favoreciendo la eliminación de desechos celulares. Estos efectos llevan a la relajación corporal y a la disminución de la presión sanguínea.
- El sistema muscular: Reduce la fatiga, relaja los músculos y permite una coordinación muscular más efectiva.
- El sistema osteoarticular: mejora el suministro sanguíneo y de nutrientes de la articulación y los tejidos que la rodean.
- El aparato digestivo: mejora la nutrición y optimiza el proceso de digestión.
- El sistema nervioso: aumenta la actividad parasimpática y mejora las habilidades cognitivas y de aprendizaje.
- El metabolismo: mejora de la actividad metabólica. Además, el masaje aumenta la producción de endorfinas, dando efecto de analgesia y bienestar
Además, el masaje permite relajar nuestro sistema nervioso y reducir los niveles de estrés de nuestro día a día, actuando de manera positiva en nuestra salud mental y en nuestras emociones.
Masajes en el corazón de la Bonanova, en Barcelona
El masaje relajante
El masaje relajante además de un medio eficaz para mejorar la sensación de bienestar, también es un medio potente para mantener un buen estado de salud en general. Su principal objetivo es aliviar la tensión y conseguir un estado mental de relajación priorizando las manipulaciones suaves.
Beneficios del masaje relajante
- Reducción del estrés y las tensiones del día a día.
- Aumento de la tranquilidad y relajación.
- Disminución del dolor y de la inflamación.
- Reducción de la tensión de los músculos.
- Mejora de la circulación, de la energía y del sistema inmune.
- Disminución de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.
- Alivio del dolor (ayuda a reducir el dolor de espalda y cabeza).
- Mejora la circulación sanguínea y linfática.
- Combate la ansiedad y la depresión.
- Favorece la eliminación de toxinas.
- Fomenta la flexibilidad de los tejidos.
- Reduce los síntomas del síndrome premenstrual.
El masaje descontracturante
El masaje descontracturante se utiliza para relajar los músculos con el fin de aliviar las tensiones que pueden producir en ellos el estrés, la falta de descanso o las malas posturas. Este masaje es altamente recomendado para aquellas personas que, por un exceso de ejercicio físico, hayan podido contraer algún músculo y para aquellas otras personas que, por un estilo de vida sedentario, fuerzan ciertas posturas o adoptan otras poco convenientes.
El masaje descontracturante es profundos y más intensos, va dirigido a zonas de dolor y buscan eliminar las contracturas y puntos gatillo ayudando a recuperar la función normal del músculo.
Un músculo contracturado deja de funcionar correctamente y hace que los demás músculos deban adaptarse a esa posición sustituyendo esta función, por ello los músculos adyacentes se van sobrecargando llegando a producir dolores que reducen el rendimiento y movilidad de la persona.
Los beneficios que aporta este tipo de masajes descontracturantes son: permite recuperar la elasticidad y funcionalidad muscular, activa la circulación sanguínea en la zona afectada, elimina productos irritantes, disminuye la fatiga física, posee un efecto relajante de la musculatura y mejora la postura.
El objetivo del masaje descontraturante es eliminar las contracturas y puntos gatillo que aparecen por gestos inadecuados o forzados, la mala higiene postural o por las disfunciones viscerales. En definitiva, un masaje descontracturante tiene como propósito liberar los músculos y las articulaciones para ayudarlos a funcionar en un nivel óptimo y devolver los músculos a su estado natural.
¿Por qué se producen las contracturas?
Normalmente, las contracturas aparecen al realizar una actividad continuada, con una postura inadecuada.
- Una mala postura en la oficina, a la hora de sentarse en la silla puede producir contracturas y dolores tanto en la espalda como en el cuello.
- Cargar peso de manera inadecuada es otra de las causas, ya que muchas veces queremos alzar una caja y no utilizamos la postura correcta para hacerlo, o incluso tratamos de coger más peso del que nuestro cuerpo puede soportar.
- Deshidratación, ya que nuestro cuerpo necesita una alta cantidad de agua y de minerales (el potasio y el magnesio), para que los músculos puedan funcionar correctamente. Su falta puede hacer que aparezcan contracturas.
- Disfunción visceral. Esto debido a que las vísceras se encuentran en relación con el tono muscular de ciertas zonas.
- Factores psicológicos y emocionales también pueden desencadenar una contractura. Situaciones tales como: el estrés y la ansiedad pueden poner en tensión a nuestro cuerpo, haciéndolo permanecer rígido y generando una contractura.
¿Qué beneficios aporta el masaje descontracturante?
- Recuperación la elasticidad y funcionalidad muscular
- Activa la circulación sanguínea y de la linfa en la zona afectada.
- Elimina productos irritantes (toxinas), lo que disminuye la fatiga muscular.
- Genera un efecto relajante de la musculatura
- Ayuda a mejorar la postura.
- Relaja al cuerpo de tal manera que ayuda a dormir bien, descansando profundamente.
- Alivio de migrañas y dolores de cabeza, tanto producidas por tensiones cervicales, como por exceso de tóxicos en el cuerpo.
- Ayuda a evacuar mejor
- Favorece el sistema nervioso.
- Refuerza el sistema inmunológico.
- Libera endorfinas, que promueven un estado de bienestar, ya que reducen el dolor y la ansiedad.
¿Quién se puede beneficiar de un masaje descontracturante?
- Personas con vidas sedentarias.
- Personas adultas mayores.
- Personas sometidas a fuertes cargas de estrés.
- Personas con disfunciones viscerales.