Las cicatrices queloides suelen aparecer después de una cirugía o de traumatismo. Estas cicatrices son motivo de preocupación en aquellos pacientes con antecedentes de “mala cicatrización”. Por ello, si hay sospecha de formación de una cicatriz queloide, es aconsejable realizar un tratamiento láser preventivo y detener su formación.
¿Qué es una cicatriz queloide?
En ocasiones y por motivos no bien conocidos, puede producirse una formación excesiva y anormal de tejido cicatrizal, que se acumula dentro de los límites originales de la herida. Esta cicatriz se denomina “hipertrófica” y se manifiesta como un “cordón”, no invasivo, que sobresale en el sitio ocupado por la herida.
Si la cicatriz adopta un modelo de crecimiento excesivo, es mayor en anchura y longitud que la herida que la originó, es decir sobrepasa los límites de la herida, está asociada a picor y enrojecimiento y tiende a persistir y avanzar con el tiempo, WA WK “queloide”.
Las cicatrices queloides habitualmente ocurren en individuos con historia familiar con cicatrices queloides. Existe una incidencia mayor de éstas durante la pubertad y el embarazo, así como una disminución en la menopausia y en pacientes de edad avanzada, lo cual demuestra una gran influencia hormonal.
¿Cuándo aparece una cicatriz queloide?
Las cicatrices queloides se forman como resultado de traumatismos o de procedimientos quirúrgicos, perforaciones en las orejas, vacunas, quemaduras y laceraciones menores. Suelen manifestarse unas 6-8 semanas después de producirse la lesión. Las cicatrices queloides tienden espontáneamente a estabilizarse y en algún caso a resolverse.
¿A quién aparecen las cicatrices queloides?
Las cicatrices queloides suelen aparecer habitualmente en personas jóvenes. Casi nunca en niños o ancianos. Frecuentemente se manchan o oscurecen, es decir se hiperpigmentan.
¿Cuándo es necesario hacer un tratamiento para las cicatrices queloides?
Siempre existe el riesgo de que una herida, traumática o quirúrgica, pueda evolucionar hacia formas hipertróficas o queloides. Entonces, y siempre confirmado antes con una visita a un especialista, se aconseja, a partir de la tercera semana de producirse la herida, moderar la producción de tejido en la cicatriz mediante el tratamiento con láser de colorante pulsado.
Cicatrices queloides: tratamiento con láser de colorante pulsado
El procedimiento con láser de colorante pulsado es el tratamiento más utilizado para las cicatrices queloides, gracias a sus excelentes resultados. En el Instituto de Fotomedicina, en Clínica Teknon Barcelona, disponemos de esta tecnología y médicos especialistas para realizar el tratamiento de forma eficaz y segura.
Tratamientos para cicatrices queloides
Existen diferentes tratamientos para cicatrices queloides en función del tipo de cicatriz y su evolución.
1.Tratamientos para cicatrices queloides para prevenir la secuela
Para prevenir la secuela de un queloide, se aconseja -a partir de la tercera semana de producirse la herida- moderar la producción de tejido en la cicatriz mediante el tratamiento con láser de colorante pulsado. El tratamiento láser elimina la vascularización excesiva, causante de la proliferación. Esta precaución deberá maximizarse, si existen síntomas como enrojecimiento y picor. En la mayoría de casos dos sesiones son suficientes para prevenir la cicatriz queloide.
2.Tratamientos para quitar cicatrices queloides
En el caso de querer eliminar cicatrices queloides ya estables, donde el cordón fibroso es irreversible, el tratamiento cicatrices queloides deberá orientarse a “aplanar” el relieve. Esta opción se ofrece mediante sistemas láser ablativos, donde el láser de CO2 fraccional es considerado la referencia. Se consiguen mejoras significativas en un 60% de pacientes.
El tratamiento de las cicatrices queloides debe iniciarse de forma temprana si quieren eliminarse. El láser de colorante pulsado es el más indicado para su tratamiento. Reduce el lecho vascular que alimenta la producción desordenada de colágeno y modera la respuesta inflamatoria, que mantiene activo un proceso de cicatrización “enloquecido” corrigiendo su hipertrofia. Aunque depende del fototipo del paciente, tras 6 sesiones el resultado es favorable en un 60 a 85% de los casos. Es importante tener en cuenta que el tratamiento para eliminar una cicatriz queloide será más complicado y menos eficiente cuanto mayor sea el tiempo transcurrido desde su aparición. En ocasiones, este tratamiento se combina con la infiltración intralesional de corticoides o bleomicina que ayuda al aplanamiento de la cicatriz.
El total de sesiones necesarias para eliminar cicatrices queloides con láser dependerá de la severidad de las cicatrices, así como de la intensidad del tratamiento, pudiendo ser necesarias de 1 a 3 sesiones, y combinarlo en algunos casos con infiltración intralesional de corticoides.
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